para C

...siempre te he conocido de verde, pero también me has mostrado tus blancos, tus amarillos, tus violetas y tus caras sonrosadas ...y entre tantas, siempre te he reconocido a ti
...la primera vez que te vi fue detrás de una mesa; la última tras dos besos y una puerta
...nos vemos en cada estación, y entre la distancia (apenas existe) y el tiempo (éste si apena ...tres meses) que separa el encuentro, cada uno realiza su viaje particular
...pero cada vez que me detengo y me apeo de mi tren, me acuesto en tu mesa junto a tu silla y tus manos, pegado a tu mirada y tu tacto, unido a tus vivencias y las mías; y compartimos secretos de alcoba, ilusiones del pasado, ideas del futuro, frases del sentir, palabras del querer, y letras por descubrir ...hemos compartido silencios prolongados, en los cuales mis ojos se cierran para abrirse en los tuyos, aunque pienses que apago fuegos o aparco coches
...y en cada café voy testando que el aroma es mas intenso, mas puro, mas propio, mas tuyo ...y en cada taza que te acompaña he dejado caer mi dulzura ...y en cada taza que me acompaña has dejado caer tu ternura ...y en el último sorbo nos hemos dejado caer
...y dejas en mi un sabor a canela y miel, a reposo y calma, a eternidad ...un sabor que no siempre he llegado a probar ...un sabor que sabe a ti y un querer saber de vos ...y en los pozos de la última dosis te he entregado mis palabras, ambiguas para ti, ciertas para mi ...y lo que queda, si miras en el fondo, no es otra cosa que un deseo ...desearte
...nos volveremos a ver al final de la estación, porque tu no te has ido
...y tal vez nuestros asientos coincidan uno al lado del otro, o uno frente al otro, en algún trayecto entre cada parada de tu viaje o el mío