sábado, julio 15, 2006

ángel


...antes de cerrar la puerta recordé que tenía que devolverle a mi madre unos recipientes vacíos ...el contenido ha pasado a formar parte de mi sangre

...dos bolsas en una mano, una tercera cruzada en el pecho y un botón de la camisa abierto de más ...paso la llave sin dificultad ...no hay que esperar al ascensor (aguardaba por mi desde hace media hora) ...y en el espejo observo mi cuello, y lo retuerzo con la intención de hacerlo crujir ...”planta baja” ...se abren las puertas ...el portal lo abro yo ...en la acera de enfrente, un dependiente de la tienda que nutre mi necesidad de música, habla animadamente con un cliente sin devolverme el saludo ...atravieso la calle y el baño de sol a unos metros de él ...continúa conversando ...entre la puerta de la floristería y los miles de tallos cortados de rosas me cruzo con una señorita que me abre el paso y me regala su rictuS ...dos más y llego a la entrada del parking ...esta vez giro la llave con dificultad ...desciendo la rampa de factorial porcentaje ...rodeo un aseo no aseado y me sitúo frente a la boca del antiascensor no deseado

...y llegan las voces ...”hola señor, hola señor” ...”hola señor, hola señor” ...mientras me doy la vuelta (sus palabras me hicieron bailar), suelta la mano de la que en un primer momento presiento que es la abuela ...bajo la mirada ...y entonces ...y entonces ...y entonces ...y entonces ...entonces bate sus alas ...corre hacia mi, en pequeños pasos volados, una niña de apenas 3 o 4 años que adivino colombiana o peruana o lo que dios quiera o lo que dios quiso (la hermosura hecha magia) ...sus brazos abiertos ...sus ojos cerrados ...su vestidito blanco ...su piel morena ...su pelo largo y lacio ...sus labios dispuestos, preparados, entregados ...y me inclino a su altura y ante su persona ...y pongo mi mejilla en el encuentro de la dirección que lleva su alma ...y sucedió ...y me besó ...e hizo diana ...y llega el sentimiento de posesión ...mi niña, mi hija, mi ángel, mi amada, mi sueño, mi vida, mi cielo ...mi gracia, mis gracias, mil gracias

...y se marchan las voces ...”adiós señor, adiós señor” ...y regresa a la mano, mientras sacude repetidas veces la suya, de la que en esta ocasión descubro que no es la abuela (los ángeles no tienen descendencia terrenal) ...y la anciana pregunta sonriendo “...por qué le has dado un beso al señor?” ...ahora el del rictuS soy yo ...y no me abandona ...y la cabina me lleva a las profundidades mientras me apeno por no haber fotografiado aquel instante (ahora ya no lo siento)


(la imagen superior la he obtenido esta mañana a las 7:52:27 ...regresó para captarla)
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